Blogia
Perracas

Dilemas disfrazatorios II: Oda a la fealdad

Dilemas disfrazatorios II: Oda a la fealdad

Yo este año (y últimamente) he optado por hacer el ridículo en mayúsculas: EL RIDÍCULO.

Por una vez al año que se nos permite... ¡hay que aprovecharlo! La foto habla por sí sola...

Titulo mi disfraz como "Reina de la incoherencia" o "Chica Almodóvar", donde lo chabacano (atentas a mis pies) se mezcla con toques étnicos, elegantes, ochenteros y absurdos (vease mi pandereta), en una mezcla de chándal, bailarinas, labios pintados fuera de su límite, colores que no pegan, y complementos tan barrocos como excluyentes entre sí.

¿De dónde viene todo? Nos inventamos una coadrilla, donde cada una se inventa su propio personaje: estaba la Rotermeyer monosilábica que iba con un cazamariposas gigante, la bruta gótica con su hacha, la inocentona malabarista sin sexo definido, el asquerosillo engominado malo-malísimo, la ñoña con sus calentadores que habla en balleno, el macho ibérico afeminado... y yo, la chulita que se cree ser la exquisitez del buen gusto...

Ha sido toda una experiencia darme a mí misma tanto asquete... Salí por la tarde así vestida por la calle, y la gente me miraba en plan "¿va en serio?". A partir de ahora incluso en ropa de casa me veo guapíiiisima!

Así que ya sabéis, terapia de choque para la autoestima: salir de fiesta sabiendo (y no creyendo) que eres un adefesio capaz de echar pa'atrás hasta al propio Paco Porras!!!

He dicho ya que... ¿ME ENCANTAN LOS CARNAVALES!!!!?

Mai.

 

 

1 comentario

Laus -

En dos palabras: in-creíble. Me he partido de risa, Maialen, eres genial.