El fenómeno
SAWYER vs JACK
Y aquí la eterna pregunta… Por qué nos gustan los malos malotes?
No sé si estáis enganchadas a Lost, pero yo sí. No sé si sabéis quién son Jack y Sawyer, personajes principales de la serie, pero os lo voy a explicar (al menos lo que yo se´, hasta la segunda temporada).
Jack es un cirujano con una carrera por delante. Tendrá unos treinta y cinco (te la inco, lo siento, no me he podido contener). Es guapo, sensible, educado, simpático, líder, comprensivo, empático, deportista, sincero, leal, gracioso,… Vamos, casi perfecto. Aunque a veces le salen algunos defectillos como que le gusta demasiado mandar, ser el líder, creer que tiene la razón o alguna cosilla más.
Sawyer es timador de profesión. Se la ha pegado hasta a su propia novia, con la que salió seis meses para luego pegarle el palo. Es egoísta, maleducado, incomprensivo, irracional, violento, aguafiestas, ha matado a personas inocentes,… Y sí, está como un tren. Cuando era un niño, su padrastro maltrataba a su madre hasta que un día la mató estando Sawyer presente. Hasta entonces Sawyer sólo vive para vengarse pagándole con la misma moneda. A veces, y sólo a veces, de hecho tan pocas veces que sólo me caben en los dedos de una mano, Sawyer tiene algún detalle bueno… Aunque la verdad es que ahora no se me ocurre ninguno.
Hasta aquí todo en orden. Pero, ¿os podéis creer, queridas perracas, que muchas chicas me dicen que les gusta Sawyer y que Jack es demasiado perfecto? O sea, que Jack es una monada, pero cuando manda a las demás personas de la isla o se hace el líder nos da una rabia que te mueres y no nos gusta. Sawyer, en cambio, es un cabrón, pero oh, pobre, tuvo una infancia terrible. Y cuando tiene un pequeño detalle nos enamora.
Consciente de la problemática “nos gustan los canallas”, he intentado por todos los medios que me guste Jack y no Sawyer. Puedo decir que lo estoy consiguiendo, aunque a veces me dé un poquiito de rabia cosas que hace Jack y me dé un poquito de morbo cosas que hace Sawyer. Creéis que es posible cambiarlo, queridas perrakas?
Mi interpretación feminista de este fenómeno es la siguiente (menos mal que estamos entre amigas, que si no igual me cuelgan…)
A las mujeres se nos ha educado, en general, al estilo “Cenicienta”, lo que supone, entre otras cosas, que la vida es un gran baile donde hay que ir (guapas y monas) a que el príncipe te elija. Capacidad de decisión nosotras? Ni de coña. Siempre esforzándonos por que nos elijan y no por elegir, de manera que cuando las cosas se ponen demasiado fáciles (chicos buenos y comprensivos que nos quieren) y no nos tenemos que esforzar demasiado por que nos elijan ya no mola. Lo que mola es tener que esforzarse, pillar al tío más chungo y hacerlo cambiar al más puro estilo “madre que educa a su hijo”. Y cuando vemos un mínimo de cambio nos encanta y nos enamora. Aunque el tío sea un capullo.
No, queridas perracas, no somos gilipollas ni masoquistas. Simplemente nos han educado “asín” y hay que ser un poco críticas, ¿no? Ayer por la tarde estuve escuchando el cuento de la Cenicienta con mi primo Abel (6), y me hizo reflexionar…
Se abre el turno de palabra.
Sans